Ciudad de México.- De cara a la XXII Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), grupos priistas preparan una rebelión interna contra el rumbo tomado por su dirigencia nacional encabezada por Enrique Ochoa Reza y Claudia Ruiz Massieu.
Ayer, durante una reunión privada –a la que tuvo acceso El Universal- 89 priistas exigieron que la elección del próximo candidato presidencial del PRI sea por consulta directa a las bases y simpatizantes, sin sumisión al Presidente Enrique Peña Nieto.
Asimismo, demandaron que se cierre el paso a la apertura de puertas o anulación de candados que permitan que el PRI postule a la Presidencia de la República a un personaje vinculado al PAN o sin trayectoria partidista.
En este encuentro participaron 89 priistas, entre ellos José Ramón Martel, José Encarnación Alfaro, Alberto Aguilar Iñárritu, Ivonne Ortega, Yolanda de la Torre, José Adolfo Murat, y en un primer momento, sin participar en el debate interno, Ernesto Gándara.
También participaron Mireya Sánchez Quiroz, Alfredo Femat, Pablo Casas, Nabor Ojeda, Jaime Santoyo Castro, Carlos Jongitud, así como ex legisladores, ex alcaldes y ex dirigentes estatales del tricolor, así como miembros de «Alianza Generacional» y de «Nueva Corriente Democrática».
En la mesa, José Ramón Martell explicó que de todas las reflexiones se construirá un documento con base en una propuesta de diez puntos presentada por la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, para llevarla a la Asamblea Nacional.
«Si hay oídos sordos repensaremos qué vamos a hacer, me quedo con eso, con mucha seriedad, somos muchos los que pensamos lo mismo, los que pensamos igual, perdón por la expresión, los que estamos hasta la madre de seguir perdiendo el prestigio del PRI con lo que se está viviendo, estamos hasta la madre.
«Entonces qué vamos a hacer si pensamos igual, si queremos que sea diferente, una lucha dentro, pero si esa lucha cae en el desierto y se seca la gota, ya sabemos que nos reuniremos para saber y decidir qué es lo que sigue con nuestras convicciones, nuestra ética, con nuestra moral y con nuestro deseo de seguir haciendo política.
«Queremos recuperar un México que piense que por encima de las ambiciones de poder y de dinero está el cómo lograr que los que menos tienen puedan ascender socialmente para dar poder a la letra muerta escrita de la constitución», dijo.
La ex gobernadora de Yucatán, invitada a la reunión sin ser parte de alguna de las corrientes priistas participantes, concluyó que «la rentabilidad electoral, la competitividad del PRI, ha caído en cuatro millones 900 mil votos»; señaló:
«Hay muchos ejemplos de cómo el PRI ha perdido elecciones por malas decisiones al elegir candidatos, muchos de ellos sin el aval de la militancia, por eso es necesario que las candidaturas surjan de consultas directas a la base y a la ciudadanía».
Dijo que ante la pérdida de competitividad del PRI es fundamental el proceso de selección de candidatos rumbo al 2018, pues sólo con los abanderados correctos, dijo, podrán ganar la Presidencia de la República y los demás cargos en disputa.
Advirtió que el futuro del PRI depende de una correcta selección de candidaturas. «A lo largo del país muchos priistas me han manifestado que es necesario abrir a la base militante los procesos de selección de dirigentes, para garantizar su pertenencia al partido y su legitimidad».
Hugo Díaz-Thomé, presidente de «Nueva Corriente Democrática», expuso un documento en el que plantea la «inviabilidad» de procesar la voluntad de un único consejero político nacional».
Exige que haya un proceso abierto para elegir a su candidato presidencial «evitando que intervenga un puñado de personas dentro de un cuarto blindado, ya que se corre el riesgo de que ahí solos, sin que nadie observe lo que están haciendo, la soberbia los desquicie».
Que desprecien, agrega, el régimen político pluripartidista en que vivimos y la ilusión del régimen del partido hegemónico que tanto añoran derive en que la agenda de negocios y los abusos esté en el centro del apetito del poder, y por ello consecuentemente traten de utilizar al Partido y a los priistas como plataforma para catapultar semejantes intenciones.
En el texto dirigido a Ochoa Reza y Ruiz Massieu plantea «elegir en la Asamblea Nacional una nueva dirigencia del partido que cuente necesariamente con trayectoria y prestigio, amplio consenso e independencias del grupo de poder como requisitos indispensables para construir la credibilidad social del PRI».
En la reflexión interna, que será integrada en un documento que se defenderá en la XX Asamblea Nacional del PRI, Harry Jackson Sosa, vinculado con gobiernos priistas de Veracruz, demandó que se privilegie la militancia del partido antes de dirigir al partido.
«Muchas veces nos mandan del servicio público a una gente que nunca ha militado en el partido, que no ha trabajado en el partido, no ha salido a pedir el voto y nos lo mandan como administrador del partido y eso sucede en todas las estructuras y eso debe de cambiar», aseveró.
Entre las más de 30 intervenciones, Filiberto Alfaro, ex líder del PRI en Sonora, advirtió que «entre gitanos no nos vamos a leer la mano ni nos vamos a echar la cartas» pues las Asambleas Nacionales están diseñadas para sacar adelante ciertas propuestas.
Afirmó que la XXII Asamblea está diseñada para tener un control de ciertas propuestas básicas desde quiénes asisten, quiénes participan y los objetivos que tiene, no nos vamos a engañar entre nosotros mismos.
«Uno de los temas a discutir son los requisitos para candidaturas, particularmente a la Presidencia de la República, se habla de que hay cierto interés de que el PRI postule a un panista, quitar ciertos candados y derechos de la militancia para abrirlo y que sea un candidato PRIAN, que sea un panista pero postulado por el PRI.
«Hay que tener mucho cuidado con eso porque en realidad lo que puede pasar es que el priismo histórico se alíe con Morena», indicó. Recordó que Alianza Generacional surgió en los 70 cuando había una clara diferencia entre los proyectos del PRI y del PAN pero que hoy se confunden.
Durante las diversas intervenciones, que se integrarán en un documento que llevarán a la Asamblea Nacional de agosto, los priistas abordaron temas relacionados con la deficiente competitividad electoral del PRI, críticas a corrupción y viejos liderazgos, así como el alejamiento del partido de la sociedad.